GIVI Magazine - Noviembre de 2010 - ITA

12 turismo Texto y fotografías de Michele Losito y Rossella Rosciano 13 TURISMOLA GRAN RUTA DE LOS MONTES SIBILINOS Un impresionante viaje atravesando las montañas que extienden la frontera entre Umbría y Le Marche, ofreciendo destellos de la costa adriática y llanuras salpicadas de antiguos pueblos medievales. Llegar al Parque Nacional de Los Montes Sibilinos es rela- tivamente fácil. Desde el norte, por la salida de la autopista A1 de Civitanova Marche. Le Marche es un destino fuera de lo común para muchos, y, de hecho, representa uno de los destinos favoritos para los visitantes extranjeros, donde una asombrosa belleza natural coexiste con la tranquilidad, pues nunca hay mucha gente en temporada alta. Desde la costa del Adriático, hay que dar un giro decisivo hacia el interior, tomando la carretera nacional 77, que rápi- damente te lleva a los pies del monte Azzurri y la primera etapa de este viaje: la ciudad de San Ginesio. Con sus murallas bien conservadas y su encantador centro histórico, este pequeño pueblo (llamado el Balcón de los Sibilinos), es sólo un aperitivo de lo que nos espera en el viaje por las provincias de Macerata y Ascoli Piceno, llenas de impresio- nantes paisajes y con una interesante historia que contar. San Ginesio es una ciudad animada, que seduce a los turistas a través de las historias de su relación durante el pasado con los Caballeros Templarios, vestigios todavía visibles que aparecen en los relatos de los investigadores históricos locales. La ciudad es también representativa ar- tísticamente, debido al prestigio de las obras expuestas en sus iglesias y en la Colegiata gótica, o en el pequeño Museo Municipal de Arte. Pero únicamente cuando se continúa por la carretera nacional 77 se puede llegar a la auténtica perla de Le Marche: el Parque Nacional de los Montes Sibilinos. El nombre tiene su origen en el mito de Sybil, la profetisa virgen, que como afirma la leyenda, se refugió en estas montañas, dando así nombre a una de las más altas cumbres de la cordillera. Hoy el mito sigue vivo en Montemonaco a través del Museo dedicado a ella, mientras que el parque ofrece muchos otros lugares que uno no se puede perder, a los que se llega fácilmente mediante las numerosas “rutas” marcadas en los mapas de la zona. LA GRAN RUTA Este nombre identifica un itinerario, que se forma alrededor del perímetro del parque y que une algunos de los lugares más fascinantes. La ruta conforma unos 200 kilómetros, que se pueden recorrer en un solo día, si desea - o necesita - un verdadero festín de curvas. Si, en cambio, puede ajustar su paso al ritmo tranquilo de este territorio, entonces, la mejor idea sería dejarse llevar por las distintas vías que, al combinarse, forman la Gran Ruta. Llegando desde el norte, se puede decidir en qué dirección girar: al oeste hacia el Lago Piastra y luego continuar hacia el sur, o directamente hacia el sur, en línea recta hasta Ascoli Piceno, y después volver hacia la parte occidental. Los itinerarios del Fiastrone y Guaite son las primeras rutas. Lago Fiastra. Este impresionante escenario marca el comienzo de la Gran Ruta del Parque Nacional.] segue a pagina 26

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